La cabeza se colapsa de infinidad de preguntas sin respuesta. Dos hierros se incrustan en la sien no dejando pensar, ni vivir, vi existir; únicamente sintiendo dolor. Su respiración se acelera. Un sudor frío comenzó bajo el cuello pasando por la cara y recorriendo cada trozo de piel. Transformándose poco a poco en un calor sofocante. Su pecho se ve aplastado de ideas sin sentido y de calumnias estúpidas, ciertas pero inocentes.
Corre.
Corre hasta el balcón. Mira hacia abajo y ve el suave manto de dolor. Solo un dolor más grande acabará con e continuo martilleo de cabeza. Así todos podrás derramar las lágrimas que a ella no le quedan. Sus ojos hinchados duelen como espinas de hiedra.
Una única salida.
Acabar con su vida.
Acabar con el dolor.
Todavía me pregunto por qué diablos no lo hizo. Por desgracia no se tiró.
3 commentaires:
...Crei que se tiraría.
Nunca me he sentido tan desesperada o tan mal como para querer hacer eso... (hay quien dice que soy una optimista....xD)
Besitos flor!(K)
Afortunadamente, quien quiera que fuera la anónima saltadora no tuvo el mal gusto de resumir su vida bajo la forma de una tortilla aplastada contra la calle.
Y espero que nunca se decante por un camino tan basto.
Libelle: Espero que nunca tu optimismo se dé de bruces con la dura pared de la desesperación desesperada
Bexos!
As: me gustó lo de la tortilla :P
Bexitos!
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