Lágrimas y semicorcheas

Uno





Dos




Tres




Suena la música al fondo del pasillo. Lentamente dos sombras se cruzan, se juntan, se enredan, se envuelven, se envenenan una de otra y desaparecen. Forman una sola figura totalmente acorde con la silueta que se dibuja en la pared.

Todo sigue el ritmo, todo sigue la ligera línea que dibujan las notas al subir y al bajar en el pentagrama. Y así, subiendo y bajando las sombras se desangran, se derriten una por otra, se funden en el mínimo tiempo de un compás. El mundo se para, el mundo no existe.











- jaja


- ¿de qué te ríes?


- De nada


- Venga dímelo


- Vale, de lo que va a pasar mañana


- ¿cómo? Pero si eso no lo sabes


- Sí lo sé


- Y eso…. Acaso eres adivino o algo así


- Sí


- Jajajajaja ¡anda ya!


- ¿No me crees?


- Pues no


- ¿quieres una prueba?


- ¿Serías capaz de dármela?


- Sí


- Venga


- Mañana….


- ¿Sí?


- Mañana no estaré aquí


- Eso ya lo sabía, para saber eso no hace falta bola de cristal. Todos sabemos que mañana a esta misma hora no seremos los mismos que estamos aquí. Porque cambiamos. Porque evolucionamos.


- Sí pero algo en nosotros permanece, al menos durante un período de tiempo. Como los sentimientos


- Vale, puede ser. Siempre algo en nosotros permanece.


- Pues a eso me refiero.


- No entiendo


- Sí, que mañana no voy a sentir lo que siento hoy


- Espera , espera, me estás liando.


- A ver…escuchas la melodía?


- Sí


- Poco a poco surge, nace, crece, se forma. Y hasta diría que va haciendo que nosotros crezcamos con
ella.


- Ajá


- Luego llega el momento que descansa, pero no está saciada y sigue, vuelve, haciendo que cada vez todo sea más fuerte, más verdadero.


- Es precioso


- Eso dicen muchos. Muchos que no saben lo que sigue


- ¿Y qué va a seguir con algo tan bonito?


- Que tras unos minutos de continua lucha, desenfreno, tragedia, amargura, dolor, angustia, pasión,
romanticismo, alegría, tristeza, sonrisas y hasta alguna lágrima…llega el fín



- Todo tiene un fin


- Cierto pero algunos no se lo imaginan, las notas no se lo imaginan, la clave mucho menos, y la armadura
para qué decirte.


- Pobrecitas


- Sí pero es así


- Entonces


- Llega el final de la partitura


- …


- Querida amiga, llegó el final de nuestra partitura, ya no quedan más compases por completar, ya nuestra melodía terminó.

Nuestra canción está lista para escuchar.